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El sexto día comenzó lentamente. Decidimos despertarnos más tarde de lo habitual, ya que dormimos justo debajo de un despegue alto: Peña Montañesa. Nos levantamos todavía demasiado temprano para volar, pero así pudimos escapar un poco del sol. Alrededor de la 1 de la tarde la actividad térmica finalmente dio señales y despegamos en dirección a Francia.

¡Menudo vuelo! No había nubes, la dirección del viento era bastante inesperada a veces, las térmicas estaban bastante desordenadas y dispersas… A veces conseguimos llegar hasta los 3.300 metros, pero la mayor parte del tiempo nos quedamos en torno a los 2.500 metros. Definitivamente fue más fácil volar en grupo, aunque claramente cada uno tenía un enfoque diferente…

En la cresta principal hacia Francia, nos encontramos con vientos de valle de 40 km/h o más, por lo que tuvimos que ganar mucha altitud antes de dar el salto a sotavento. Daba un poco de miedo en ese punto, pero ya estaba, no había vuelta atrás. Crucé la cresta y floté por encima de las nubes que cubrían el cielo en el norte. ¡Llegamos a Francia!

Así que después de una tarde de vuelo, durante la cual cubrimos la mayor parte de la distancia hasta Arbas, la mayoría de nuestro grupo aterrizó, sin velocidad de avance. Una experiencia intensa, eso sí.

Perdí algo de tiempo charlando en el aterrizaje sólo para darme cuenta de que ya era bastante tarde. Tenía que apresurarme al despegue más cercano si quería volar por última vez antes de las 9 de la noche. Así que eso es lo que hice. Corrí hacia arriba y conseguí hacer un último planeo a las 20:40, a pesar del viento en contra. Aterricé justo antes de las 21:00, cerca de un compañero piloto, Keith, para otra noche de fiesta en las montañas.

En general, un día muy bueno. Menos andar, más volar e incluso he conseguido subir algunas posiciones en la clasificación.

Día 7: ¡allá vamos!

Ayer fue un día de ensueño para nosotros. Las condiciones de vuelo en el lado sur eran realmente buenas.

Tras cruzar la cresta principal norte/sur, Reto tuvo que superar un paso difícil cerca de Bossòst. Justo después, consiguió aterrizar en lo alto hacia el col de menté. Tras un breve ascenso, pudo lanzarse de nuevo y marcar el TP4 desde el aire.

Finalmente, pudimos ganar algo de tiempo de vuelo y avanzar en la clasificación general. Hoy nos espera un hermoso último día de la X-Pyr 2022 en el lado francés de los Pirineos con la esperanza de que haya buenas condiciones de vuelo.